El martes 25 de junio del año pasado, el Consejo Superior resolvió que el próximo gobierno de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) debe convocar a la Asamblea Universitaria para que reforme el estatuto. Lo hizo para acallar los crecientes rumores que daban cuenta del presunto plan de un sector cercano a Juan Alberto Cerisola: impulsar la reforma para habilitar un tercer mandato consecutivo del actual rector.

Hace 47 días el estatuto de la UNT cumplió 18 años: entró en vigencia el 18 de marzo de 1996. Tres meses antes se había producido un célebre proceso de modificación, motivado por la sanción de la Ley N° 24.521 -conocida como Ley de Educación Superior-, que entró en vigencia el 10 de agosto de 1995. La norma establecía varias pautas que hacían obligatoria la reforma del estatuto de 1986, para que este se adaptara a aquella. Mario Marigliano fue el primer conductor de la UNT electo en el marco del nuevo estatuto, en 1998.

Los candidatos a rector que participan del actual proceso de recambio total de autoridades de la casa de Juan B. Terán -la vicerrectora, Alicia Bardón, los decanos Eduardo Coletti (Arquitectura) y Mateo Martínez (Medicina) y el referente del espacio de debate Otra UNT es Posible Eduardo Ruiz Pesce- se pronunciaron a favor de reformar el estatuto, en consonancia con la resolución del Superior de mediados del año pasado.

Los cuatro proponen, entre otros puntos, cambiar el sistema mediante el cual se eligen decanos y rector. Actualmente, los integrantes de los cuatro estamentos que conforman la UNT -docentes, no docentes, graduados y estudiantes- eligen sus representantes para los Consejos Directivos de las 13 facultades. Y son estos los que, luego, votan las fórmulas de decano-vicedecano y rector-vicerrector. Los cuatro “rectorables” coinciden, grosso modo, en que se instaure un sistema de elección directa.

Pero más allá de la resolución del Superior y del planteo de los postulantes a rector, lo cierto es que desde hace mucho tiempo que la presión porque se modifiquen varios artículos del estatuto viene siendo planteada, de manera cada vez más insistente, por docentes, por no docentes y por estudiantes. Cada uno de estos sectores ya tiene en carpeta un paquete de propuestas para que sean incluidas en esa especie de Constitución, que rige el funcionamiento de la UNT.

De los docentes

Los educadores de la casa de Juan B. Terán centralizaron sus discusiones en el marco del principal gremio que los reúne: la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt). “Venimos discutiendo desde hace tiempo varias cuestiones; en especial, un par: la instauración de la carrera docente con estabilidad laboral y la ciudadanía plena para los docentes que se desempeñen en las escuelas experimentales”, sintetizó el secretario general de Adiunt, Oscar Pavetti. Según precisó, la carrera docente tal como la plantean ellos no desecha la institución del concurso, pero lo circunscribe sólo a los casos de ingreso a la UNT y de ascenso de cargos. “Para la permanencia planteamos evaluaciones periódicas”, precisó. También dijo que adhieren al cambio de sistema electoral por uno directo.

De los estudiantes

Hace un año, LA GACETA preguntó a distintas agrupaciones estudiantiles qué puntos del estatuto consideran que deben ser modificados. La mayoría respondió en forma contundente que se debería incrementar la representación estudiantil en los Consejos Directivos y Superior. Actualmente los alumnos ocupan tres de las 11 sillas de los primeros y seis de las 31 del máximo órgano deliberativo de gobierno de la Universidad. En general, también reclaman un sistema electoral directo. Y muchas se pronuncian en favor de que rija el artículo 91 del estatuto, que dice: “La UNT garantiza la gratuidad y equidad de la enseñanza de grado y ningún estudiante podrá ser obligado al pago de contribuciones por tales estudios”. En el estatuto vigente este punto se encuentra suspendido.

De los no docentes

El sector no docente opinó días atrás sobre el tema. El secretario general de la Asociación del Personal de la UNT (Apunt), y representante del estamento en el Superior, Ángel “Zurdo” Morales, insistió con un viejo reclamo de este grupo. “Hoy sólo el 50% del personal puede votar. Queremos que quede perfectamente explicitada en el próximo estatuto la participación plena e igualitaria de todos los trabajadores no docentes en las elecciones de decanos y de rector”, había dicho a LA GACETA el jueves 24 del mes pasado. El estamento también reclama pleno derecho en los cuerpos legisferantes: la normativa vigente los deja fuera del voto cuando se discuten cuestiones académicas, aun cuando este tipo de decisiones sí afectan la labor que llevan adelante los no docentes en las facultades y escuelas.

Docentes

Carrera docente y estabilidad laboral

Los educadores de la UNT reclamaron en varias ocasiones que se instaure la carrera docente. Afirman que el actual sistema de ratificación del cargo por concurso atenta contra la estabilidad laboral. A modo de ejemplo, plantean que un docente de 50 años, con dos décadas cedidas a la UNT, puede quedar en la calle si pierde contra otro que tuvo la posibilidad de capacitarse en el exterior, porque no precisó trabajar.

Estudiantes

Más representantes de los alumnos

Más allá de las diferencias ideológicas entre las agrupaciones estudiantiles, todas coinciden en la necesidad de aumentar el número de representantes del sector en los Consejos Directivos y en el Superior. Entre otros, arguyen que tal fue el espíritu de la Reforma Universitaria de 1918, que planteaba el cogobierno. Otros aluden a que deben darse espacios para las otras minorías, no sólo para la primera.

No docentes

Ciudadanía para todos los agentes

Los no docentes plantean tres grandes cuestiones a modificar: más sillas en los cuerpos deliberativos de gobierno (hoy cuentan con un representante en los Consejos Directivos y en el Superior), que todos los agentes voten (actualmente sólo lo hacen los que trabajan en las facultades), y que puedan votar todos los temas que se debatan en los Consejos (en la actualidad no sufragan en cuestiones académicas).

Alicia Bardón: "Es importante oír a todos"

Desde nuestro espacio propondremos, antes que nada, el debate de la carrera docente. Ya existen varios proyectos, inclusive desde el sector gremial. Luego pretendemos abordar el sistema electoral y el sistema representativo. Queremos una discusión muy democrática en estos temas. Es imperioso tener un estatuto que refleje el mundo actual y sus vínculos con el sector productivo tecnológico. Pensamos lanzar un ciclo que lleve las propuestas a toda la comunidad universitaria, para que las conclusiones lleguen con el mayor consenso: creemos que es importante escuchar a todos. Desde ya no estamos de acuerdo con que alguien esté más de ocho años como rectora o vicerrectora.

Eduardo Coletti: "El gran diálogo universitario"

La necesidad de reforma de nuestro estatuto ya está instalada en la agenda de la UNT. Recordemos que desde el Consejo Superior saliente emitimos una resolución señalando su pertinencia. Todos coincidimos también en que debe ser una reforma amplia que ponga a la Universidad a la altura de los desafíos del siglo XXI y que deben tratarse temas urgentes como la incorporación de la mejor carrera docente y el cambio en el sistema electoral. No obstante, nosotros impulsaremos un gran diálogo universitario para que toda la comunidad participe en el diseño de institución que queremos para las próximas décadas.

Mateo Martínez: "Incluir audiencias públicas"

Resulta urgente e imprescindible que se institucionalice la carrera docente y que se modifique el sistema mediante el cual se eligen las autoridades en la UNT. Con el primer punto pagaremos la deuda moral que se mantiene con la docencia; respecto del segundo, consideramos que la elección debería darse en forma directa y ponderada, entre otros. Propondremos además que el estatuto ampare la realización de audiencias públicas obligatorias y de referendos, puesto que se trata de herramientas aptas para resolver participativamente problemas de alta significación institucional. También proponemos que se contemple la celebración de audiencias temáticas periódicas, para que la palabra oficial de la UNT ayude a orientar a la sociedad en aquellos asuntos de interés público.

Eduardo Ruíz Pesce: "Decentralizar el gobierno"

La reforma del actual estatuto universitario de la UNT debe discutir y decidir, en primer lugar, el cambio del régimen electoral vigente; es decir, reglamentar un sistema de elección directa. De esta manera se eliminarán la corrupción y la impunidad. En segundo término, se debe descentralizar el gobierno universitario: versus la actual hipertrofia que muestra el Rectorado, dotar subsidiariamente de mayor autonomía y de mayor autarquía a las instancias subordinadas. Y como tercer punto, se debe incluir la realización de auditorías integrales, con el objetivo de combatir la criminalidad económica y el saqueo de la Universidad. Finalmente, debe recrear la Universidad, reformulando estratégicamente la actual estructura universitaria en docencia, en investigación y en extensión.